Los Pueblos originarios, su identidad social y su lugar en la sociedad
Universidad
Complutense de Madrid
Facultad de Ciencias Políticas y Sociología
Bolivia:
Los
pueblos originarios, su identidad social
y
su lugar en la sociedad.
Christian Befeldt
Arturo Ávila Patiño
Psicosociología Política 4.9
Madrid,
enero de 2014
RESUMEN.
El número de habitantes de Bolivia es de 10.426.160 siendo el
62% de ellos, mayor de 15 años, de origen indígena. El quechua (49,5%) y el
aymara (40,6%), que están ubicados en los Andes occidentales, son los pueblos
con mayor número y porcentaje de población; les siguen el chiquitano (3,6%) y
moxeño (1,4%), que habitan en la Amazonía y el guaraní (2,5%) en el Chaco,
convirtiéndose en un pueblo transfronterizo (también está presente este pueblo
Argentina, Brasil y Paraguay). El restante 2’4% de la población originaria de
Bolivia corresponde a los araona, ayoreo, bauré, canichana, cavineño, cayubaba,
chácobo, chiman, chipaya, chiriguano, ese ejja, guarasugwe, guarayo, itonama,
joaquiniano, kallawaya, lecos, machineri, maropa, moré, mosete, movima, nahua
(etnia), pacahuara, sirionó, tacana (etnia), tapieté, toromona, uru, yaminahua,
yuqui, yuracare y weenhavek. Bolivia reconoce como pueblo a los afrobolivianos.
La historia de los pueblos indígenas
en el Estado de Bolivia es una historia de opresión y explotación, hechos
que a través de diferentes instrumentos
y sistemas de dominio puso en situación indefensa y de aculturalización a los
pobladores originarios. Tuvieron que soportar más de 400 años de imposición de
una identidad contraria a la suya, donde la identidad de los “otros”, lejos de
fortalecer o enriquecer la identidad originaria hacia una forma de identidad
social buscó la asimilación hacía de ellos. Los diferentes niveles de
destrucción, supervivencia, dominación, resistencia, modificación y adaptación
de las culturas nativas ante la influencia de la colonización en un inicio y
luego ante la ofensiva del neo-liberalismo no terminaron de doblegar el
espíritu batallador de los pueblos indígenas.
En ese sentido el presente trabajo trata de abordar en función de la Teoría de Identidad Social y la idea de
Nación, como la Estructura Social en el Estado de Bolivia tuvo su desenlace (al
menos en el último siglo).
INDICE:
- INTRODUCCIÓN TEÓRICA.
- La Identidad Social
- Cambio Social
- La Nación
- SITUACIÓN E HISTORIA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.
- EL INICIO DE LA AUTODEFINICIÓN Y UN MOVIMIENTO HACÍA EL CAMBIO
- CONCLUSIÓN
- BIBLIOGRAFÍA
- INTRODUCCIÓN TEÓRICA.
- La Identidad SocialSegún Tajfel “la identidad social es un “auto concepto” individual basado en la consciencia de pertenecer a un grupo”[1], bajo la influencia del “significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia”.[2]Este auto concepto está basado por una parte en la categorización social que funciona como estructura para el individuo y los grupos de como orientarse dentro de la sociedad. La creación y definición de la posición del individuo son unas de las herramientas más potentes de la sociedad para definirse y marcarse hacia el individuo. Tajfel cita a Berger (1966) cuando explica la importancia de la categorización y cómo la sociedad “define” y “crea” la realidad psicológica. “El individuo se da cuenta de sí mismo en la sociedad, esto es, reconoce su identidad en términos socialmente definidos y estas definiciones se convierten en realidad en la medida en que el individuo vive en sociedad”[3]Este proceso también lleva su parte que se simplifica, donde el individuo es definido por la característica que es saliente en la situación social percibida. La multitud de características que crean la identidad de una persona ya casi no importa, porque la individualidad no es merecedora de un salto más como configuración de lo social.“La categorización funciona de forma indicando al individuo como actuar, pero no sólo como auto concepto, sino también dando estructura al entorno del individuo desde su punto de vista”.[4]El individuo busca la permanencia en un grupo que le favorece a tener una identidad social positiva. Cuando el grupo social no le puede ayudar a construir una autoimagen positiva, el individuo no puede salir de su grupo de permanencia, por lo tanto se le presentará diferentes opciones al individuo. Una de ellas es involucrarse en un proceso social que trata de forzar un cambio hacia un estado más favorable para su grupo, notándose el sentido de endogrupo forjado hacia lo social. Este mecanismo puede ser combinado con “reinterpretación” de su identidad. Esto quiere decir que los atributos que antes fueron percibidos como negativos cambien a ser percibidos como positivos o al menos como “justificados”.[5]Quizás para entenderlo mejor, lo obtenemos en otras palabras, cuando Taifel menciona: “Es, por tanto, sabido por el individuo que muchos aspectos importantes de su vida, incluida la adquisición o preservación de una identidad social aceptable, sólo pueden estar basados en el cambio (o resistencia al cambio) de la imagen, posición o circunstancias de su grupo completo.”[6]El autor en mención pone en relevancia un nuevo concepto el “cambio social”, que más adelante lo irá desarrollando. Mientras tanto, abordando la importancia del significado de identidad social, y la consideración de ser positiva, es decir, donde el individuo se inclina hacía establecer una identidad positiva. “Entonces en las situaciones de estratificación social, el individuo solo puede lograr una diferenciación positiva vía creación, adquisición y/o lucha en forma de acción social relevante. Esto puede llegar al punto de buscar un 'cambio social objetivo', que tiene como objetivo el establecer una nueva estructura social, que permite más movilidad social”.[7]Aparte de la valoración “positiva” o “negativa” de la identidad social o aspectos de ella, también se puede distinguir entre una identidad “segura” o “insegura”. En la condición de identidades 'seguras', un grupo 'inferior' forma parte de un acuerdo total acerca de la raíz y el futuro de su estatus inferior. El statu quo social se objetiviza psicológicamente “sin alternativas cognoscitivas de ninguna clase, disponibles para desafiar la realidad social existente”. “Esta es una situación teórica, que difícil se encuentra en esa pureza en el mundo real, pero si se pueden identificar rasgos que tienen valor analítico”.[8]Una explicación porque el sistema social de Bolivia fue tan rígido por tanto tiempo, puede ser encontrada en lo que John Rex afirma, en el uso del término 'raza', partiendo de ese contexto social, donde las clases de diferenciaciones sociales hacen distinciones sociales subjetivas' (Rex,1969), y son las siguientes:1. La situación de contacto cultural entre pueblos con una avanzada tecnología industrial y militar, y cazadores, pastores y agricultores en los más bajos niveles de desarrollo.2. La situación en una plantación esclavista.3. Situaciones de clase en el sentido clásico marxista o weberiano, en el que los hombres dentro de una misma sociedad tienen un grado diferente de poder en el mercado.4. Situaciones de status en las que existe el concepto de más alto y más bajo.5. Situaciones de pluralismo étnico en las que grupos con culturas y/o características físicas diferentes trabajan juntos en la misma economía, pero mantienen su identidad social y cultural.6. Situaciones en las que un grupo minoritario ocupa un rol de paria o de víctima propiciatoria. (Rex, 1969, pág. 147).Lo importante para el presente tema de trabajo es la conclusión de Rex, que dice: “estas clases de diferenciación social contribuyen hacer que esas diferencias sean tan marcadas e inflexibles como sea posible”.[9]1.2. Cambio SocialUna condición para el 'cambio social' es que el origen del sistema de diferencias entre los grupos sociales se entiende “cómo caracterizada por una marcada estratificación” aquel implica una imposibilidad de que un individuo cambie de grupo de permanencia”.[10]A base del proceso de la categorización se desarrollan comparaciones intergrupales. Si de estas comparaciones intergrupales sale un grupo 'inferior', además combinado con una ilegitimidad percibida, esto tiene como resultado muchas veces el deseo para un cambio social por el grupo 'inferior'.Cuando la estratificación no es percibida como la única forma de convivencia, y el sistema rígido deja de ser percibido tan rígido, “se harán comparaciones relevantes y notables con los exogrupos” y la creencia grupal de un 'cambio social' se aumenta su impacto en la consciencia psicosocial del grupo.[11]“Los grupos definidos y consensualmente aceptados como 'inferiores ' en un momento en el que (por las razones que sea), se presentan, pueden ser:a.- “Los miembros de un grupo que se han comprometido en una compartida toma de conciencia de su status inferior.b.- Sí se han dado cuenta de la posibilidad de buscar alternativas a la situación existentec,.- También una combinación de a) y b), que también puede implicar a) llevando a b), o b) llevando a a).”[12]
- La NaciónSegún la definición de Anderson la nación es una comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana. Es imaginada porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas. Además, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión. […] “el 'nacionalismo no es el despertar a la autoconciencia: inventa naciones donde no existen'.”[13]Este pensamiento profundiza Etienne Balibar cuando explica: “la nación moderna está directamente vinculado con la colonización”.[14]Un otro rasgo importante de la nación imaginada es la función de la lengua. La lengua nacional impuesto por la clase y las instituciones dominantes, funciona como “código común e incluso […] como norma común”[15].2. SITUACIÓN E HISTORIA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.La idea que vimos antes representado por Balibar, nos dice que toda nación moderna está relacionada con la colonización, por lo tanto, en función a esa idea se puede relacionar perfectamente el caso de Bolivia, el cual representa un ejemplo por antonomasia. La parte de la población aborigen del estado de Bolivia ha sido primero colonizada y después discriminada y marginalizada de manera tan rígida, que todavía la diferencia de estatus y poder entre los descendientes españoles, los mestizos y los indígenas en este país, es enorme. Con Evo Morales en la presidencia y el éxito del partido del MÁS desde el año 2006, se ve un gran avance, pero esos 8 años no puede igualar una historia de 400 años de colonización.Silvia Rivera Cusicanqui identifica una “opresión de los pueblos indígenas y discriminación a quienes exhibieran rasgos residuales de las culturas nativas se engarzaron mutuamente en cada habitante de la nación boliviana.” Refiriéndose a Anderson y su definición de la nación imaginada ella observó “en cada sujeto (colectivo o individual), de esta 'comunidad imaginada' Bolivia (cf. Anderson 1993), se construyó en las últimas décadas el sujeto de la modernidad basado en supresiones, omisiones y rechazos a la constitución y a la historia psíquica previa de las personas. […] “La contradictoria frustrante de la modernidad boliviana – incluida aquella que se plasma en leyes – ha puesto a todo este sistema en situación de acoso y está consiguiendo quebrar sus más íntimos engranajes internos.”[16]Una forma de exclusión de la opinión pública de los indígenas fue muy creativa, se usó vía estadísticas a partir de los años 70 hasta los años 90. La intención de presentar cifras que deben hacer creer que la parte indígena de la población está disminuyendo y que sus lenguas se deterioran, en consecuencia, el mundo rural demuestra cada vez menos población.“Esta estrategia de la clase política mestiza facilita su política represiva y al mismo facilita una consciencia de minoría entre los pueblos originarios, aunque de verdad ellos son los que representan la mayoría en el país”.[17]El tema del deterioro de las lenguas, puede ser relacionado con la idea de Balibar, que ya lo había planteado antes. Según el autor, la lengua es un factor fundamental de la nacionalización de un país. Generándose un deterioro de las lenguas nativas y que significa un triunfo de la nación mestiza, que es perseguida por la clase política dominante.En 1874 se declaró la ley de ex vinculación que dio a los varones adultos de los pueblos originarios como único 'derecho' el de “enajenar las tierras comunales, que luego les eran arrebatadas compulsivamente por la acción combinada de latifundistas, ejército y cuadrillas de autoridades intermedias y fuerzas paramilitares”. Simultáneamente a este robo de las tierras la ley quitó el derecho de auto-organización de forma tradicional de la población indígena. Las comunidades o “ayllus”[18] fueron declarados “extinguidas”, “prohibiendo su representación por caciques,” kuragas”[19] u otras formas u de autoridad étnica. Crearon la figura del apoderado, como representante (letrado) del mundo indígena (iletrado). “Traducción y traición se combinaron así arteramente para el despojo de casi dos terceras partes del territorio poseído por las comunidades originarias andinas como consecuencia de la Ley de ex vinculación.”[20]Desde los años 50 del siglo pasado se imponían características culturales de comportamiento que implementaron en el estatus del ciudadano boliviano. Las características eran ser “mestizo, hablante de castellano (o por lo menos castimillano), propietario privado, integrado en la economía mercantil, vestido con un terno de sastre (o por lo menos, con terno de sola pero) (cf. Rivera 1993, Lehm y Rivera 1988, Rivera 1993)”.[21]Las clases de diferenciación pueden ser claramente identificadas en la estructura social de Bolivia, lo que explica su reproducción y su rigidez.3. EL INICIO DE LA AUTODEFINICIÓN Y UN MOVIMIENTO HACIA EL CAMBIO SOCIALAlgunos autores ven el inicio de un discurso y “pensamiento indigenista y/o indígena destinado a fundamentar la explícita organización política como condición para la defensa de los territorios y, por ende, de la identidad étnica a comienzo del siglo XX”.[22]A partir de los años 70 ocurrieron varios procesos en Latinoamérica que favorecieron el movimiento de los pueblos originarios. Un avance de democracia, un discurso sobre descolonización y “un mayor contacto entre grupos antes aislados, gracias a las nuevas redes de comunicación”.[23]
En 1990 los indígenas del país realizaron
una marcha histórica para presentar sus privaciones y necesidades reclamando
«Territorio y Dignidad». Desde la ciudad de Trinidad, capital del Departamento
del Beni, hasta la ciudad de La Paz, unos 850 indígenas recorrieron más de 600
kilómetros. Eran los pobladores de las estepas de Mojos: trinitarios,
ignacianos, javerianos, loretanos, sirionos, movimas y yuracares, a quienes se
unieron los mosetenes, guaraníes, guarayos, chimanes y demás pueblos indígenas.
La marcha dio a conocer a toda la nación una manera de ser basada en la
solidaridad, la reciprocidad, la hermandad, y la unidad en la lucha por el
control de sus territorios originarios y por el respeto a su dignidad como
pueblos, dando inicio de la Autodefinición y la creación de un Movimiento hacia
el cambio social.
A
partir de esta expresión de unidad indígena el Estado boliviano inició una
apertura en sus políticas reconociendo a los grupos étnicos como ciudadanos
bolivianos con todos los derechos que por ley les corresponden. Es en ese
momento de la historia nacional cuando la sociedad no-indígena reconoce la
existencia de los pueblos originarios del Oriente, Chaco y Amazonia. Estos se
encuentran marginados, explotados y sometidos a los atropellos de cazadores y
empresarios madereros depredadores de la fauna silvestre y de sus bosques, y de
ganaderos, terratenientes y comerciantes que acaparrando terrenos y especulando
sobre el comercio y la mano de obra someten a las familias indígenas e impiden
que las nuevas generaciones puedan desarrollarse integralmente.
En una
entrevista de Malú Sierra y Elizabeth Subercaseaux con el presidente de
Bolivia, cuando él dice que en el año 1992 surgió una voluntad de los pueblos
originarios de autogobernarse y de vivir bien. Evo Morales explica el vivir
bien como una forma de “recuperar la
identidad indígena, sus valores y costumbres”. El ayllu tiene para él un significado fundamental para la defensa
del territorio y la liberación de los pueblos.[24]
4. CONCLUSIÓN
Los
pueblos originarios de Bolivia nos llevan hacia una nueva forma de
contextualizar en la realidad el concepto de identidad social, tratado en la
asignatura, complementa el valor de
inclusión social que fortalece sus decisiones y les permite competir la
estructura y la superestructura social de un Estado. Una competencia desigual
con los partidos políticos y los grupos de presión que la democracia acepta
como forma de equilibrar las fuerzas contrapuestas. Frente a esa
desigualdad son válidas las estrategias utilizadas por los comuneros, son la fuerza
de cohesión de los pueblos originarios, que parte de la formación del Ayllu
como célula de creación de una nación orgullosa de su territorio, cultura y
lengua. Era el Ayllu la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares,
que tenían antepasados en común y habitaban una misma tierra. Tuvieron en la
Mita el sistema de trabajo a favor del Estado Imperial del Tahuantinsuyo, donde
se movilizaban multitudes de indígenas a trabajar por turno en labores de
construcción de caminos, puentes, fortalezas, centros administrativos, templos,
acueductos, explotación de minas, etc. , sin olvidar a la Minka
como trabajo
que se realizaba en obras a favor del ayllu y del Sol (Inti), una especie de
trabajo comunal en forma gratuita y por turno, cuyo beneficio recaía para el
Estado, donde concurrían muchas familias portando sus propias herramientas,
comidas y bebidas. Las familias participaban en la construcción de locales,
canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las personas incapacitadas,
huérfanos y ancianos.
En esa lucha, la sociedad Boliviana brinda un buen ejemplo del
intento de ejercer el mandar obedeciendo en Asambleas de Comunidades Autónomas
que articulan la Democracia Multicultural. Ella abre una ventana a la
Alternativa Colectiva Autóctona, que los pueblos originarios han asumido como
forma de organización ancestral, difundiendo y dinamizando los
ejercicios del mandar obedeciendo y vivir bien. En la actualidad las diferentes
Culturas Andinas revisten a ser portadora de un Estado Plurinacional,
tomando el camino con su identidad
social y su lugar en la sociedad, bajo el ejercicio horizontal y en igualdad de
condiciones socio-económicas y políticas, que a través de diversos mecanismos
Autónomos de Poder Popular: Asambleas, Consejos, Comités, Cabildos, Juntas
Vecinales, etc. resuelvan los problemas centrales de la Población en Sociedades
igualitarias, donde el vivir bien se basa en el ejercicio
de relaciones de equilibrio y armonía con la Madre Tierra, y el mandar obedeciendo se
ejerce en ausencia de dictaduras de clase, élite, partido, estado, etnia,
género o generación.
5. BIBLIOGRAFÍA
- Benedict Anderson (1993): Comunidades imaginadas: reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. México D.F. Online verfügbar unter http://www.perio.unlp.edu.ar/catedras/system/files/anderson_benedict-_comunidades_imaginadas.pdf.
- Daniel Mato, Maritza Montero, Emanuele Amodio (Hg.) (1996): América Latina en tiempos de globalización: procesos culturales y transformaciones sociopolíticas. Caracas: CRESAL / UNESCO.
- Henri Tajfel (1984): Grupos humanos y categorías sociales. Estudios de Psicología Social. Barcelona: Editorial Herder.
- Immanuel Wallerstein; Etienne Balibar (1991): Raza, Nación y Clase. Santander: IEPALA.
- J. R. Torregrosa / B. Sarabia (Hg.) (1983): Perspectivas y contextos de la psicología social. Unter Mitarbeit von Henri Tajfel, Herbert C. Kelman. Barcelona: Editorial Hispano Europea, S. A.
- Silvia Rivera Cusicanqui (2004): La noción de "derecho" o las paradojas de la modernidad postcolonial: indígenas y mujeres en Bolivia. Revista Aportes Andinos - Octubre 2004. Aportes sobre la diversidad, diferencia e identidad. Universidad Andina Simón Bolívar – Ecuador. → http://www.uasb.edu.ec/padh/revista11/articulos/silvia%20rivera.htm#indigenas [enero 2014].
- Immanuel Wallerstein; Etienne Balibar (1991): Raza, Nación y Clase. Santander: IEPALA.
[1]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
193.
[2]Tajfel,
Henri: Grupos humanos y categorías sociales, Barcelona 1984, pág. 292.
[3]Tajfel,
Henri: Grupos humanos y categorías sociales, Barcelona 1984, pág. 292-293
[4]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
192-193.
[5]Tajfel,
Henri: Grupos humanos y categorías sociales, Barcelona 1984, pág. 293.
[6]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
201.
[7]Tajfel,
Henri: Grupos humanos y categorías sociales, Barcelona 1984, pág. 296.
[8]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
201.
[9]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
196-198.
[10]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
187-188.
[11]Tajfel,
Henri: Grupos humanos y categorías sociales, Barcelona 1984, pág. 301-302.
[12]Tajfel,
Henri: Psicología social y proceso social, en: Torregrosa, j.r./Sarabia,
b.(ed.): Perspectivas y contextos de la psicología social, Barcelona 1983, pág.
199.
[13]Anderson,
B.: Comunidades imaginadas: reflexiones sobre el
origen y la difusión del nacionalismo, Caracas 1993, pág. 23.
[14]Balibar,
Etienne: Raza, Nación y Clase, Santander
1991, pág. 140.
[15]Balibar,
Etienne: Raza, Nación y Clase, Santander
1991, pág. 152.
[16]Silvia
Rivera Cusicanqui: La noción de “derecho” o la paradojas de la modernidad
postcolonial: indígenas y mujeres en Bolivia; en “Revista Aportes Andinos”,
Ecuador 2004.
[17]Silvia
Rivera Cusicanqui: La noción de “derecho” o la paradojas de la modernidad
postcolonial: indígenas y mujeres en Bolivia; en “Revista Aportes Andinos”,
Ecuador 2004.
[18]“El
ayllu es la base de la estructura social andina. Allí está el crisol de
la personalidad del indio […] [,] el ayllu se autogobierna. […] no hay
propiedad privada; es toda propiedad colectiva, comunitaria. Se vive en
solidaridad, en reciprocidad, en igualdad, en colectividad […] con la
Pachamama” ; Definición según Sierra, Maria/Subercaseax, Elizabeth; en: Evo
Morales – El primer indígena que gobierna en América del Sur; Bogotá 2009; pág.
48.
[19]“(De
or. Quechua). 1.
m. Am. Mer. Cacique, potentado o
gobernador.”, según la Real Academia Española; http://lema.rae.es/drae/?val=aillu .
[20]Silvia
Rivera Cusicanqui: La noción de “derecho” o la paradojas de la modernidad
postcolonial: indígenas y mujeres en Bolivia; en “Revista Aportes Andinos”,
Ecuador 2004.
[21]Silvia
Rivera Cusicanqui: La noción de “derecho” o la paradojas de la modernidad
postcolonial: indígenas y mujeres en Bolivia; en “Revista Aportes Andinos”,
Ecuador 2004.
[22]Amodio,
Emanuele: Los indios metropolitanos; en: América Latina en tiempos de
globalización; Caracas 1996; pág. 57.
[23]Albó,
Xavier: Lo Centrípeto en las identidades locales; en: América Latina en tiempos
de globalización; Caracas 1996; pág. 236.
[24]Sierra,
Maria/Subercaseax, Elizabeth; en: Evo Morales – El primer indígena que gobierna
en América del Sur; Bogotá 2009; pág. 48-49.
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