Movimiento Social en Cajamarca: “Conga no va”
Historia de los
Movimientos Políticos y Sociales
Tema: Movimiento Social
en Cajamarca: “Conga no va”
Previamente
antes de desarrollar el presente trabajo y según las temas desarrolladas en la
asignatura comprendo que los movimientos sociales son expresiones no
convencionales de personas que se organizan y tratan de enfrentar todo un orden
de situación que vulnera sus derechos fundamentales. Quizás la parte más
notoria es la acción directa de ellas, aún a pesar que tienen problemas de
organización por las diferentes formas de interpretar una respuesta sostenida y
consensuada. Esta toma de decisión de los movimientos sociales no parte bajo la
idea de “un iluminado” o un número inferior de personas, porque sienta sus
bases en función al sentido colectivo, por la misma razón que orienta sus
estrategias bajo una acción colectiva de sus integrantes.
Pero
los movimientos sociales no son exclusividad de una clase social específica, ni
de un colectivo por situaciones de raza, cultura, religión, etc. Los
movimientos sociales se generan ante situaciones concretas, lugares concretos y
respuestas articuladas en función a las oportunidades políticas, donde en un
contexto específico se moviliza la gente contando con su grado de cultura
solidaria y/o los medios disponibles de las redes sociales. Un caso de
movimiento social lo encontramos en Cajamarca bajo el lema de “Conga no va”,
este acontecimiento trajo en vilo a las
autoridades políticas del Perú entre los años del 2011 siguiendo su línea
continua en la actualidad.
Para
centrar mejor los acontecimientos de este movimiento social es necesario tener
en cuenta algo de la historia de los pueblos originarios peruanos en especial
del departamento de Cajamarca. Sin profundizar la pre-historia del imperio de
los incas (es decir las culturas andinas: chavín, mochica, paracas, Tiahuanaco,
etc.), este mantuvo una organización basada en la colectividad, donde su modelo
de producción estaba en función del trabajo en común que realizaban los ayllus
(el ayllu era un conjunto de familias que consideraban ser descendientes de un
antepasado común), es decir, un modelo de producción cercano a un socialismo primitivo. Dentro de
este recuerdo histórico cabe mencionar que el imperio incaico pudo llevar el
dominio de su amplia expansión a través de tres leyes fundamentales: ama sua
(no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama kella (no seas flojo o
perezoso). La práctica de este modelo de colectividad se aplica en la mayoría
de las comunidades agrícolas, así mismo en la construcción de sus viviendas y
proyectos comunales de los asentamientos humanos en las ciudades del país. Otro
hecho relevante de la antesala del trabajo es conocer algo de la historia del
departamento de Cajamarca, sin ir demasiado atrás, los incas en su paso
conquistador por el norte del Perú establece en Cajamarca (aproximadamente
1465) su ciudad regional y en ella una
nueva provincia que fuera de puente para sus posteriores conquistas. Así
Cajamarca es una de las ciudades más antiguas de la América del Sur, existiendo
antes de las ciudades de Lima y Arequipa fundada por los conquistadores
españoles.
Otro dato
relevante de la ciudad de Cajamarca fue la captura del inca Atahualpa en la plaza
principal (1532) por las tropas españolas y, más notorio fue el ofrecimiento
por su rescate de libertad de dos cuartos de plata y uno de oro. Habiendo
cumplido el inca su ofrecimiento su liberación nunca llegó, siendo ejecutado un
año después. En ese dato relevante entra en escena el metal precioso que
siempre ha sido motivo de ambiciones, engaños, humillaciones, explotación y
muerte de los pobladores de la zona, por parte de colonizadores, latifundistas y
empresas transnacionales extranjeras. La extracción de oro, en Cajamarca durante
decenios de años lo ha ubicado como el
mayor productor de este mineral en el país y uno de los mejor posicionados en
el mundo, pero paradójicamente la mayoría de sus provincias son las más pobres del país donde la desnutrición,
las vías de comunicación, etc. lo lleva a ser considerada como la más
abandonada por los gobiernos de turno. Como golpe de gracia el problema
político que vivió el país durante la década del 80´ hizo que el gobierno de
turno experimentara con las rondas campesinas el enfrentamiento de la población
civil organizada con los miembros del Partido Comunista Sendero Luminoso. Lo
que no estaba en su cálculo político del gobierno era la instrucción y
formación militar de los ronderos recaería más adelante hacia ellos mismos, por
los incumplimientos de sus propuestas electorales. Frente a estos datos cabe preguntarnos tres planteamientos básicos de la teoría del
movimiento social:
¿Por
qué actúa colectivamente la gente, sabiendo que la fuerza contraria tiene
instrumentos superiores? ¿Por qué lo hace si desconoce lo que hace? ¿Cuáles son los frutos de la
acción colectiva? Para responder estas interrogantes entro de lleno al tema,
“refrescando” los acontecimientos del 31 de mayo 2012, fecha en que
se dio inicio al paro indefinido contra el proyecto minero Conga. Recurro a las
múltiples redacciones periodísticas, revistas, informes de investigación y el
relato de personas que estuvieron en el lugar de la confrontación del proyecto
minero. Por un lado el Movimiento Social integrada por los colectivos del
sector urbano popular, el campesinado y el sector medio urbano y por el otro
lado a Newmont Mining Corporation (USA), el grupo Buenaventura (Perú) como
accionistas principales de Minera Yanacocha S.A, que explota una de las minas
de oro más importantes del mundo, estos respaldados por la “fuerza del orden” del estado peruano.
Este acontecimiento se
configura en la zona de Cajamarca y en el país se da como punto de inflexión a la respuesta de la
extracción minera desmedida por las empresas extranjeras. Y no estamos
ante un mito creyendo que todo el problema viene de afuera, puesto que, el campesinado más pobre no ha sido
considerado por lo que produce sino porque lo que tiene en sus tierras, siempre
los terratenientes, los gobernantes de turno, su clase media convertida en
profesionales, las pequeñas empresas y en forma especial las empresas
trasnacionales han usufructuado de grandes territorios privados y del estado.
Veamos
el escenario político donde se desarrolla esta contradicción entre las empresas
mineras – autoridades políticas por un lado
y el Movimiento Social cuyo lema es “Conga no va”. La empresa
transnacional Newmont Mining Corporation (USA) y el grupo Buenaventura (Perú) vienen
operando en el país, específicamente en Cajamarca desde
hace más de 20 años una de las minas de oro más importantes del mundo. La
ambición de estas empresas no tiene límite, en ese sentido desde hace unos años
tiene como objetivo fijado una nueva explotación Minera Yanacocha S.R.L. donde
Newmont tiene un 51.35% de intereses, la Compañía Buenaventura el 43.65% y la
International Corporation un 5%, con
respaldo de los derechos de explotación (sin un buen estudio técnico ambiental)
en Yanacocha consistentes en concesiones concedidas por el gobierno peruano,
todo esto a tajo abierto. Este proyecto abarca un territorio que afecta a 25
lagunas formadas por los deshielos de los nevados y cuyo impacto ambiental se
estima en 20.000 hectáreas, que serían inservibles para la producción agrícola
y ganadera. Además el agua de las lagunas quedaría inutilizable para más de 200
comunidades campesinas por las tareas de lavado y acumulación de residuos
mineros que la convertirían en tóxicas. Para el colmo de los colmos el
consumo de agua ya tiene preferencia siendo para la mina antes que los
pobladores de la zona. Pero no hay que esperar para que todo este atropello en contra
de la población sea vista, en Cajamarca, a las 19h de cada día, cortan el agua
a toda la población hasta la mañana siguiente en favor de la mina. Claro hay
que vivirlo para estar cansado y hastiado de este atropello de un servicio
básico para el ser humano como es el agua. Es así como se gesta el Movimiento
Social “Conga no va”, donde decenas de miles de campesinos y ciudadanos
cajamarquinos llevaron meses de lucha para intentar paralizar el proyecto y el
gobierno del Presidente Ollanta Humala Taso parece no importarle nada. En la
memoria de muchos pobladores de la zona está grabada el oportunismo electoral durante la campaña presidencial
de 2011 del candidato Ollanta Humala, puesto que con mentiras se llenó las
esperanzas e ilusiones de los ciudadanos
cajamarquinos a defender la vida y luchar contra las empresas abusivas, bajo
una sola consigna: agua sí, oro no. Esa
propuesta electoral hizo que la gran mayoría se decantara por su candidatura
concediéndole el voto, otra historia fue cuando asumió la presidencia de la
república y, anunciara la imposibilidad de romper acuerdos establecidos con
Yanacocha S.A., tildando a quienes la pedían como anti mineros y en casos
puntuales agitadores terroristas.
En una de las lecturas sobre la
naturaleza social de la acción colectiva, se propone un marco teórico que pasa
por la dinámica y los resultados de los movimientos y considera que los
movimientos sociales dependen de su entorno exterior (especialmente las
oportunidades políticas) para la coordinación y mantenimiento de las acciones
colectivas. El movimiento social “Conga no va” se puede analizar desde la
perspectiva de los teóricos Marx, Lenin y Gramsci, puesto que tiene matices y
notorias de un colectivo muy bien fortalecido en lo que refiere a su cultura,
tradición y principalmente sus necesidades primarias, es lo que Marx
consideraba, al decir: “los individuos se
incorporan a la acción colectiva en términos de clase, cuando la clase social al
cual pertenecen está en contradicción con sus antagonistas….”. No voy a
desarrollar si el concepto de clase también se da en el caso de los campesinos,
más aún si en determinados lugares tienen el nombre de agricultores y, que en
otros son parte de la clase media, lo que interesa en el presente trabajo es
quienes lo conformaban, que circunstancias los movía, que planteamientos
tenían, es decir, visto de un problema del desarrollo estructural de la
sociedad antes que un problema de situación individual. En relación a Lenin y
Gramsci vemos como el Movimiento Social “Conga no va” supo leer la coyuntura política, sus métodos de
organización interior (rondas campesinas, frentes de defensa, organizaciones de base, etc.) y
exterior (ONGs, redes sociales, etc.). Es así como el jueves 31 de mayo de 2012
a las 11:30 de la mañana, este Movimiento Social “Conga no va” se da inicio el
paro indefinido en defensa del Agua y de la Vida, con una marcha por las
calles de la ciudad y, por la tarde un multitudinario mitin en la plaza de
armas de Cajamarca con la presencia del Presidente Regional, delegaciones y
representantes provinciales, el discurso era directamente dirigida a la parte
contraria, recordando el cambio de modelo económico que ofreció Ollanta Humala,
cuando era candidato a la Presidencia del gobierno peruano. Las comunidades y
el Estado siguen recibiendo propinas de las mineras que se llevan las ganancias
dejando problemas de salud, agua y contaminación.
El
planteamiento del Movimiento Social sobre la nueva explotación minera de
Yanacocha era que las empresas citadas no tomen posición de los lugares
designados, menos que empiecen los trasvases de las lagunas naturales por otras
artificiales. Los ronderos, las comunidades campesinas y las organizaciones de
base rodearon las lagunas y las defendieron, mientras los frentes de defensa
bloqueaban la única vía de acceso, las respuestas no se dejaron de esperar,
puesto que se trataba de empresas de renombre particularmente la Newmont
Mining Corporation (USA), periodistas del régimen, políticos que querían
reciclarse nuevamente y que fueron declarados personas no gratas, universidades
privadas así como empresas privadas defendían los intereses de Yanacocha.
Fueron las fuerzas policiales descontrolados por la falta de preparación ante
acciones democráticas y la garantía de recibir “algo adicional” por parte de
las empresas quienes dieron cuenta de actos salvajes como el disparo al cuerpo
de los manifestantes, golpes a toda persona en su frente (mujeres, niños,
adulto mayor y hombres) dejando un saldo de 5 muertos y cientos de heridos en
las diferentes acciones que duró la protesta activa de los ciudadanos. Lejos de
levantar el paro indefinido los pobladores decidieron continuar con su medida
de lucha democrática, pasaron más de 30 días, se han declarado estado de
emergencia en diferentes provincias, hubo muchos intentos de negociación pero
las condiciones eran muy tensas. La presión internacional no se dejó esperar,
en la sede del Consejo Europeo, cientos de manifestantes pedían que no se
ejecute el proyecto minero Conga, reconociendo que era perjudicial para el
medio ambiente y el derecho de las comunidades originarias del lugar. Acorralado el gobierno
incapaz de Ollanta Humala para resolver este conflicto y más de un
mes de acción directa de los pobladores,
tuvo que levantar el estado de emergencia en las provincias declaradas y poner
en suspenso el proyecto, en la actualidad no hay una respuesta definitiva
mientras tanto las organizaciones que participaron en este Movimiento Social no
baja la guardia y vigilan las lagunas.
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